Bueno, en primer lugar, es una bebida deliciosa y bastante diferente de otras formas de té verde. El matcha viene en polvo y se bate con agua caliente (no hirviendo) hasta que esté espumosa. No es una infusión, sino una suspensión. Lo que resulta es una mezcla ligeramente espesa que tiene un sabor mucho más amargo y un color mucho más vibrante que lo que se obtiene de otras hojas de té verde. Por supuesto, el matcha está hecho de hojas de té verde pero además de ser pulverizado, este té también se cultiva de manera diferente; está a la sombra durante las últimas dos semanas antes de la cosecha, por lo que las plantas de té aumentan su producción de aminoácidos y clorofila, dando al matcha su color profundo característico. De todos modos el batido en agua caliente es la forma platónica del matcha: tradicionalmente el té se puede servir en una preparación más fina, llamada usucha o una preparación más espesa, llamada koicha. El polvo de matcha es excelente en otras bebidas (batidos, lattes, ice teas, cortados, etc) así como para preparar diversos alimentos: matcha panna cotta, donas de matcha, affogato de matcha, batidos de matcha, muffins, panqueques, helados, tortas, chocolates y un sin fin de posibilidades!